jueves, 30 de abril de 2009

Si la vida ya es tan difícil, ¿por qué nos buscamos más problemas por nuestra cuenta? ¿por qué ese empeño en apretar el botón de autodestrucción?
Igual nos gusta el dolor, igual estamos hechos así, porque sin él, no sé, igual no nos sentiríamos reales.
“¿Porqué me sigo dando golpes contra la pared? Porque me hace sentir tan bien cuando paro...”

martes, 28 de abril de 2009


En la vida nos han enseñado que hay 7 pecados capitales. Todos conocemos los grandes... Gula, orgullo, lujuria. Pero no se escucha tanto hablar de la ira. Quizá sea porque creemos que la ira no es tan peligrosa, que se puede controlar. A donde quiero llegar es a que quizá no le demos a la ira suficiente importancia. Quizá pueda ser mucho más peligrosa de lo que creemos. Después de todo cuando se trata de comportamientos destructivos llegó a los 7 principales.
Así que ¿qué hace que la ira sea diferente a los otros 6 pecados capitales? Es muy simple realmente, te entregas a un pecado como la envidia, o el orgullo y solo te haces daño a ti mismo. Prueba la lujuria o la codicia y solo te harás daño a ti mismo y quizá a una o dos personas más. Pero la ira, ira es el peor de todos... el padre de todos los pecados... La ira no solo te puede llevar hasta el extremo, sino que cuando lo hace, puedes llevarte a demasiada gente contigo.

lunes, 27 de abril de 2009


Mucha gente no sabe que el ojo humano tiene un ángulo muerto en su campo de visión (yo no lo sabía). Hay una parte del mundo que, literalmente, no podemos ver. El problema es que a veces ese ángulo muerto bloquea cosas que realmente no deberían ser ignoradas. Y a veces nuestros ángulos muertos mantienen nuestra vida limpia y brillante.
Cuando se trata de nuestros ángulos muertos quizá nuestro cerebro no es que lo compense sino que, quizá, nos esté protegiendo.

domingo, 26 de abril de 2009


Fracasar o cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado. A veces lo que esperamos es peor si lo comparas con lo inesperado. La razón por la que nos aferramos a nuestras esperanzas es lo que nos mantiene vivos, en pie, esperando. Esperar es sólo el comienzo, lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas.

sábado, 25 de abril de 2009

Que tan sólo cuentos son


Todos recordamos los cuentos de nuestra infancia, el zapato le cabe a Cenicienta, la rana se convierte en príncipe, a La Bella Durmiente la despiertan con un beso. Erase una vez y vivieron felices, la materia de la que están hechos los sueños. El problema es que los cuentos no se hacen realidad. Las otras historias, esas que comienzan en noches oscuras y tormentosas y tienen un final atroz son las que parecen convertirse en realidad. A quien inventó eso de “y vivieron felices” habría que darle una paliza.